Mi agucho querido

Desde la infancia he visto el Cuartel Barbones al frente, la Riva Agüero era mi ruta a la biblioteca Marco Fidel Suárez, los cerros como guardianes de mis movimientos se lucían algo descoloridos, y de vez en cuando a tomar un juguito de a luca en el mercado El Agustino, apretujándose de gente deseosa de las compras de pollos y verduras, caminaba esquivando carros porque recién hace unos años hay semáforos, en esos trayectos varios perros "chuskos" desfilaban -unos cojos o con sarna o sin cola- se escuchaba chicha y también rock -como ahora- y disfrutaba jugando Kiwi, Mundo o las Barbies en plena calle...

Un blog en homenaje a mi barrio: hablaagucho.blogspot.com

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