26/10/12

Indignación tras la violencia en La Parada

Nuevamente la piedra, el palo, la bala que nos hiere a todos. Porque los actos sucedidos ayer no solo afectaron a los que figuran en la esa lamentable lista del Minsa, sino que han remecido a la sociedad en su conjunto. En este contexto de caos ciudadano, la indignación no debe convertirse en odio, en los que unos demanden la cabeza de los otros, esto solo conlleva más violencia.

Ayer el alcalde de La Victoria señalaba que habían rumores sobre la contratación de delincuentes, hoy escucho que la alcaldesa y los ministros se contradicen, eso definitivamente revela improvisación ¿y así se quiere corregir la informalidad?. Y los que creyeron que fue una buena idea "defender La Parada" a punta de piedras, armas y posteriores saqueos, han arruinado la posibilidad de que los ciudadanos los apoyen o intenten comprender sus demandas.

Que la indignación que se suscita ahora sirva para reflexionar y actuar contra la cadena de informalidad que viene arrastrando esta ciudad y sus actores, no estigmatizar grupos sociales y sí exigir estrategias de inteligencia efectivas para lograr el ansiado eslogan del presente gobierno municipal "Lima, ciudad para todos".