J y A se casaron en la iglesia. Ella vistió de blanco y lució una cola de más de 2 metros. El lució su chaleco y corbata plateada –ancha como un babero-, saco y pantalón negro. Derrocharon sonrisas y palabras de amor. Ellos creían en Dios.
Está en cada uno casarse o no, por civil o por religioso, hacer fiesta, echar el buquet… y otras costumbres a las que una asiste, aplaude y se divierte, pero que, en mi caso, no pretendo imitar. Soy libre de elegir.
Sin embargo, este es el Perú y no el Líbano. Otra cultura, otras costumbres. Donde uno sólo puede casarse por religioso, así es, es un país dominado por la religión, al punto de que “el presidente sea cristiano maronita, el presidente del Parlamento, musulmán chiíta y el primer ministro, musulmán sunita”, como señala la nota de RFI.
No todos están de acuerdo. Como dice la misma nota, muchas parejas viajan a Chipre para casarse por civil. Y es por ello que se organizó una manifestación por la laicidad en Beirut, convocada nada menos que a través de las redes sociales. El lema “Sí al matrimonio civil, no a la guerra civil”.
Cabe decir que, durante el Seminario Estado Laico y Libertad de Creencias, celebrado en México, "especialistas y legisladores como Jorge Carpizo, de la Universidad Nacional autónoma de México (UNAM), y la senadora priista María de los Ángeles Moreno coincidieron en que la democracia no puede ser tal si no es laica", resalta la nota del diario de Yucatán.
De la misma forma, esto me permite recordar la encuesta de Ipsos Apoyo a la que hice referencia hace un tiempo, el 57% de peruanos apoya la propuesta de conformar un estado laico que no dé privilegios a ninguna religión. Aquí también se apuesta por la laicidad, al menos, el que quiera matrimonio, puede hacerlo por el civil.
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Kurt Cobain dixit..
Hace 10 meses