Los clasificados de la calle traducen, muchas veces, las necesidades de la gente. El alojamiento que buscamos, la solución al problema de amor, el empleo de medio tiempo, entre esos, un aviso solo requiere dos palabras y los números de teléfono. Y así, lo ilegal se anuncia como: atraso menstrual. Probablemente ese es nuestro primer contacto con una problemática vigente, pero sin mayores cambios en la búsqueda de soluciones. Somos testigos de un enfrentamiento entre dos posiciones: a favor y en contra. Mientras tanto, se estima que una de cada tres mujeres peruanas muere producto de un aborto practicado por inexpertos, los mismos que posiblemente anuncien sus servicios con un aviso en la ciudad.
El embarazo y, por tanto, el aborto tienen diferentes caras y si está bien o está mal debería ser decisión de una persona informada y emocionalmente sana para saber lo que es mejor para ella. Para lo cual, las políticas estatales deben apuntar a que ser madre es una decisión y no una imposición, garantizando la salud física y mental de la mujer que decide hacerse un aborto.
Actualmente existen más de 370 mil abortos clandestinos al año, según estima un estudio publicado en 2006 de Delicia Ferrando. El Ministerio de Salud sostenía que esta práctica ocupaba el cuarto lugar por muerte materna. Sin embargo, hay una cifra negra entre los fallecimientos por hemorragias e infecciones. Las despenalización del aborto, no significa promoverlo, es darle la facultad a la mujer de decidir, los que estén en contra pueden seguir realizando campañas para que las mujeres no lo hagan y, por supuesto, reforzar la educación sexual es vital, pero también es importante que la persona que no desea continuar con el embarazo lo haga sin exponerse en centros clandestinos. Las denuncias por aborto han disminuído en los últimos años, pero la práctia inescrupulosa continúa, la ley actual no comprende lo que se anuncia en sus calles.
Kurt Cobain dixit..
Hace 10 meses