26/10/12

Indignación tras la violencia en La Parada

Nuevamente la piedra, el palo, la bala que nos hiere a todos. Porque los actos sucedidos ayer no solo afectaron a los que figuran en la esa lamentable lista del Minsa, sino que han remecido a la sociedad en su conjunto. En este contexto de caos ciudadano, la indignación no debe convertirse en odio, en los que unos demanden la cabeza de los otros, esto solo conlleva más violencia.

Ayer el alcalde de La Victoria señalaba que habían rumores sobre la contratación de delincuentes, hoy escucho que la alcaldesa y los ministros se contradicen, eso definitivamente revela improvisación ¿y así se quiere corregir la informalidad?. Y los que creyeron que fue una buena idea "defender La Parada" a punta de piedras, armas y posteriores saqueos, han arruinado la posibilidad de que los ciudadanos los apoyen o intenten comprender sus demandas.

Que la indignación que se suscita ahora sirva para reflexionar y actuar contra la cadena de informalidad que viene arrastrando esta ciudad y sus actores, no estigmatizar grupos sociales y sí exigir estrategias de inteligencia efectivas para lograr el ansiado eslogan del presente gobierno municipal "Lima, ciudad para todos".

28/9/12

Ahora no decido

Los clasificados de la calle traducen, muchas veces, las necesidades de la gente. El alojamiento que buscamos, la solución al problema de amor, el empleo de medio tiempo, entre esos, un aviso solo requiere dos palabras y los números de teléfono. Y así, lo ilegal se anuncia como: atraso menstrual. Probablemente ese es nuestro primer contacto con una problemática vigente, pero sin mayores cambios en la búsqueda de soluciones. Somos testigos de un enfrentamiento entre dos posiciones: a favor y en contra. Mientras tanto, se estima que una de cada tres mujeres peruanas muere producto de un aborto practicado por inexpertos, los mismos que posiblemente anuncien sus servicios con un aviso en la ciudad.

El embarazo y, por tanto, el aborto tienen diferentes caras y si está bien o está mal debería ser decisión de una persona informada y emocionalmente sana para saber lo que es mejor para ella. Para lo cual, las políticas estatales deben apuntar a que ser madre es una decisión y no una imposición, garantizando la salud física y mental de la mujer que decide hacerse un aborto.

Actualmente existen más de 370 mil abortos clandestinos al año, según estima un estudio publicado en 2006 de Delicia Ferrando. El Ministerio de Salud sostenía que esta práctica ocupaba el cuarto lugar por muerte materna. Sin embargo, hay una cifra negra entre los fallecimientos por hemorragias e infecciones. Las despenalización del aborto, no significa promoverlo, es darle la facultad a la mujer de decidir, los que estén en contra pueden seguir realizando campañas para que las mujeres no lo hagan y, por supuesto, reforzar la educación sexual es vital, pero también es importante que la persona que no desea continuar con el embarazo lo haga sin exponerse en centros clandestinos. Las denuncias por aborto han disminuído en los últimos años, pero la práctia inescrupulosa continúa, la ley actual no comprende lo que se anuncia en sus calles.