Hay cascajo en tus pistas y veredas, hay rastro de un piso de losetas, hay un solo foco en cada poste, hay una oración sin iglesia, hay risa con un cómico ambulante, hay un entierro entre zanjas de tierras, entre cerros de arena y piedras. Hay, también, una bandera que flamea.
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Felices fiestas patrias, saludo de 28 de julio (y mensaje presidencial). Somos peruanos, nos vestimos de rojo y blanco. Desde la escarapela en el pecho, desde la garganta con el himno nacional, desde la bandera que flamea en el techo.
¡Pisco! Cuna de la bandera…
Epicentro del terremoto que asoló al sur del país el pasado 15 de agosto.
¡Pisco! Bebida de bandera…
Destilado que nos vuelve más peruanos.
(7.9 grados)
Y como dice en la columna Pico TV del diario el Trome, en su edición del día de la independencia: "Llenar la pileta de la Plaza de Armas con pisco no alcanzará nunca para 'emborrachar' al pueblo."
Un ¡Salud! por ser peruanos. Porque el pisco es peruano. La denominación de origen es razón primera. Pisco, desde 1640.