Son las once de la mañana de cielo gris. Las miradas reclaman salir de la congestión, poder cruzar la pista, llegar temprano al trabajo, comer emolientito y pan con tortilla, reclaman justicia y los gritos se unen al nuevo éxito del Grupo 5. La ola viene bramando derechos y un murmullo de gritos se dirige al congreso, unas voces sin oídos se avecinan, un tumulto con pancartas, con megáfono, con los puños hacia arriba y el alma en cada frase. Un paisaje cotidiano, cercano, abrumador y curioso.
Una manifestación tiene distintas formas de expresar su exigencia o su indiferencia, su dolor o su desacuerdo. Las más frecuentes han resultado reclamos expresos hacia aquellos que tejen la telaraña de nuestro país.
En esta parte del mundo son muchas las que se han organizado y pocas las que han rebotado en las autoridades o en los medios. Quizás sea un rebote sucesivo, primero en aquellos que caminando se encontraron con los pitazos, o los que haciendo zapping lo hallaron en el informativo, pocas veces el ruido de cacerolazos llega a los gobernantes o resuenan en aquello que llamamos indignación colectiva.
Numerito manda
Las voces de desacuerdo se han extendido, más que en manifestaciones, en encuestas. Desde el pobre 30% de popularidad de Alan García, con un séquito de teorías explicando el por qué. ¡Gran dilema!. Las encuestan han tenido más eco, eco, eco porque algunos egos se han visto mellados.
Los porcentajes también han sido usados por columnistas que descifran nuestros pensamientos como un todo, han sido motivo de portadas, editoriales o comentarios. Modelan en los diarios como voz del pueblo, les dan piropo a la encuestadora y describen sus medidas y el impacto de ellas.
Pantallas y parlantes
Las paralizaciones pacíficas son casi silenciosas, un susurro, ni un susurro. El rebote es inmediato si se enfrían al protestante, si se enfrían al policía. Los parlantes se encienden si han causado desmanes, si duran más de dos días, si afecta a la capital (o al capital).
Los parlantes en ON en el Moqueguazo, donde el rugido salió de las vísceras y no pudimos dejar de oír: Redistribución del canon, como un gruñido que arañó las entrañas del gobierno. El grito fue de los 17 distritos que lo componen y el resultado: heridos, millones de pérdidas. El presidente también se pronunció, abarcó mitad de portadas junto al relevado general PNP Jordán.
Asimismo, no todo fue carnaval en febrero, el paro agrario se impuso y los comuneros izaron sus voces y dos fueron silenciadas. Desgracia que remeció a los medios y que incitó el relanzamiento de la campaña: ¡Luis, vete de vacaciones!. A propósito de ello, el pasado 3 de junio, se derogó el Decreto Legislativo Nº 982 con la que los miembros de las Fuerzas Armadas y de la PNP quedaban exonerados de responsabilidad penal si, acorde con sus deberes, lesionen con sus armas reglamentarias. Ahora el dilema ¿usar o no usar el arma de fuego? Y traigo a colación una frase del Gral. Jordán durante el Moqueguazo: "El policía por defender puede morir, pero un civil no puede morir”, registrado en Caretas.
Las paralizaciones en provincias tienen eco y rebote con estos hechos, si fueran pacíficos, ¿rebotarían?. Quizás el Cuzco seguiría siendo sede del APEC y no hubiera perdido millones con sus reclamos en contra de la ley de promoción de servicios turísticos.
Comunicación
El proceso básico de comunicación: EMISOR – MENSAJE – RECEPTOR, es fundamental entre los seres humanos para entenderse. Las políticas de descentralización aún no están del todo implementadas y permiten que los pueblos más alejados sientan que su mensaje no es decodificado, es decir, no son escuchados.
A esto se suma un proceso paralelo que nos lo cuenta Carlos Melendez en una entrevista para útero.tv y también nos lo detalla en su blog . ¿Qué debe haber para que se forme una movilización? Primero, hay que tener “bronca” (es decir, estar enfadado con una determinada situación), tienen que haber recursos (organizadores). Debe existir un “involucramiento colectivo” (comprometerse con la causa) junto a una oportunidad política (“una debilidad del sistema”), otro factor es “darle forma” (armar el discurso). El último elemento para que se genere un conflicto es sentir que es posible “lograr el objetivo”.
La información aparece en la superficie o no llega, el Estado no cumple su rol de emisor en todo su territorio, y el pueblo no recibe el mensaje claro. El pueblo quiere emitir su mensaje pero se no encuentra al receptor. Y algunos comentan que los protestantes solo se perjudican a ellos mismos, perdiendo millones de dinero y afectando su turismo.
Las movilizaciones han nacido y nacen de la indignación, desde la Marcha de los Cuatro Suyos hasta el Asentamiento Humano que exige que los servicios básicos lleguen a su terrenito. Y cuando esta indignación se hace colectiva, remecen las fauces del país y un mensaje paralelo: solo así uno es escuchado.
***
Es un clamor justo y pertinente. Seguirán existiendo las casas del ALBA que aparentan abrir sus puertas y musitar un Te escucho mientras el Estado siga desconociendo el significado de esas dos palabras en negritas.
- "¿Por qué hoy día en que todo el mundo habla de comunicación... ¡No nos escuchan!?"
Jota Castro nos regaló un discurso emotivo en su cumbre La palabra de los mudos (15/05/08), de donde extraigo otra cita: "Y si pudiéramos gritar todos juntos que queremos un presente mejor".
Jota Castro nos regaló un discurso emotivo en su cumbre La palabra de los mudos (15/05/08), de donde extraigo otra cita: "Y si pudiéramos gritar todos juntos que queremos un presente mejor".